Los anfibios presentan características como piel húmeda y desnuda, extremidades musculosas para nadar o saltar, sangre fría, reproducción ovípara con huevos en el agua, y crías que nacen en el agua y respiran por branquias. Algunos ejemplos de anfibios son las ranas, sapos, salamandras y cecílidos.
1. LOS ANFIBIOS
Zaraidt Rojas Butrón
Asunción Pérez Pagán
Elena Shao Peng
Laura Romero Ayala
Aurelia Pérez Peña
2. Los anfibios presentan las siguientes características:
Su piel está desnuda y húmeda.
Sus extremidades son patas musculosas, que les permiten nadar o
saltar.
La temperatura corporal es variable, es decir, son animales
de sangre fría.
Las crías nacen en el agua y respiran por branquias, mientras que
los adultos viven en la tierra y en el agua, y respiran por la piel y
por los pulmones.
Se alimentan de insectos, lombrices y otros pequeños animales.
Son ovíparos: se reproducen por huevos. La fecundación suele
ser externa. La hembra pone los huevos en el agua y el macho los
fecunda. en el agua los huevos se pegan unos a otros, y forman
voluminosos racimos.
1. Introducción
Los anfibios y los reptiles aparecieron en la Tierra hace muchos,
muchos millones de años, y sus parientes más cercanos son los peces,
las aves y los mamíferos. A estos cinco grupos se les ha denominado
vertebrados, porque en su interior tienen esqueleto y, sobre todo, porque
poseen una parte muy importante: el cráneo.
3. Todos estos animales forman una especie de "cadena", pues los
anfibios son peces evolucionados. A su vez, de ciertos anfibios se
derivaron los reptiles. Y de estos últimos las aves y los mamíferos. Y
como nosotros, los seres humanos, somos el último eslabón de esta
"cadena", o sea, mamíferos, mira nada más toda la historia que venimos
arrastrando.
Cuando están dentro del agua, los anfibios adultos respiran a
través de la piel, pero hay algunos, como los ajolotes, que además
respiran por las branquias.
En cambio, cuando salen a tierra, los anfibios toman aire por medio
de sus pulmones y también por la piel.
Aunque les gusta vivir tanto dentro del agua como fuera de ella, su
existencia depende más del medio acuático que del terrestre.
Otra característica curiosa de los anfibios es que son los únicos
vertebrados capaces de vivir en la tierra y en el agua que nacen en
estado larvario. Es decir, cuando los pequeños salen del huevecillo, la
forma de su cuerpo es diferente de la que tendrán al hacerse adultos.
Tienen una cola similar a la de los peces; respiran solamente a través de
branquias, pues todavía no poseen pulmones, y además carecen de
extremidades. Después, cuando pasa el tiempo y van creciendo,
adquieren su forma definitiva.
2. Reproducción
4. Por lo general, las hembras ponen sus huevecillos en los charcos,
los pantanos, los ríos o las lagunas. En realidad, lo que la hembra pone
no son huevos precisamente, sino que se trata de óvulos que ella
deposita en el agua, después de que el macho la ha estimulado.
Luego, el macho deposita sus espermatozoides, también en el
agua, y éstos nadan y se introducen en los óvulos. Es en este momento
cuando la fecundación se produce. Y al cabo de un tiempo, nacen las
crías.
Como sucede con todos los animales, entre los anfibios existen
diferencias. Sin embargo, hay algunos que se parecen entre sí.
Tomando en cuenta estas semejanzas y diferencias, y para evitar
que nos hagamos un lío fenomenal, los especialistas hicieron la siguiente
clasificación en subconjuntos.
6. Gallipato (Pleurodeles waltl). Familia Salamandrae
Anfibio de gran tamaño, con más de 20 cm desde la cabeza a la
cola de longitud media. Se ha llegado a medir un ejemplar con 32 cm en
Yecla. Es la mayor de las dos especies de urodelos que se encuentran
en Murcia. De complexión fuerte y basta, tiene la cabeza aplanada,
grande y ancha. Los ojos son pequeños, salientes, y posee un pliegue
gular marcado. La cola es tan larga como el resto del cuerpo, aplastada
lateralmente, y con una pequeña cresta dorsal y ventral, que es mayor en
los machos en celo. La piel es rugosa, destacando una fila de
protuberancias en los flancos, que coinciden con los extremos de las
costillas, pudiendo éstas proyectarse a través de las protuberancias, que
destacan por su color naranja, amarillo o blancuzco. Las extremidades
posteriores son visiblemente mayores que las anteriores.
La coloración dorsal es gris-amarillenta o verdosa, con manchas
pardas dispuestas de forma casi regular, tendiendo a hacerse más
oscura en los ejemplares más viejos. El vientre es liso y de color
amarillento.
7. Rana Común (Rana perezi). Familia Ranidae
Es un anfibio de tamaño medio, normalmente mide unos 6 cm,
aunque han sido encontrados ejemplares con más de 9 cm. Su aspecto
robusto se suaviza por el hocico puntiagudo y las largas patas, que le
confieren una apariencia mas estilizada. Tiene los ojos relativamente
próximos, saltones y con la pupila horizontal. El iris es de color pardo-
dorado. La membrana del tímpano es bien visible. Tiene la piel lisa, con
escasas y pequeñas verrugas, y muy resbaladiza al tacto. Las patas son
largas, sobre todo las traseras, que tienen además una membrana
interdigital muy desarrollada.
Las Ranas presentan una coloración dorsal muy variable, desde el
verde brillante a la coloración marrón. El diseño es también muy variable,
a base de manchas repartidas al azar, o bien en bandas, o bien
homogéneo, etc.
8. Ranita Meridional (Hyla meridionalis). Familia
Hylidae
La Ranita Meridional es de pequeño tamaño, no superando los 5
cm. Es una rana de aspecto esbelto, de patas largas y delgadas,
especialmente las posteriores. La cabeza es ancha, de morro corto y
redondeado, con el tímpano pequeño y visible. Los ojos presentan la
pupila horizontal y el iris de color dorado.
La piel es lisa en el dorso, normalmente de color verde brillante,
siendo granulosa en las partes inferiores. Las patas presentan los dedos
muy largos, acabados en cojinetes adhesivos, con función de ventosas.
En ocasiones puede variar la coloración hasta un pardo claro. Presenta
una línea oscura desde el orificio nasal hasta cerca de la base de la
primera extremidad.
9. Salamandra común – Tiro (Salamandra salamandra).
Familia Salamandridae
La Salamandra común es un anfibio Urodelo, es decir, con cola. Su
piel es lisa y de color negro brillante, con pequeñas manchas amarillas
irregulares. Tiene abundantes glándulas, destacando las parótidas, que
aparecen amarillas con puntitos negros señalando los poros de estas
glándulas. Sobre ellas y el resto del cuerpo pueden aparecer pequeñas
manchas de color vino. El vientre es de coloración más tenue, con
pequeñas pintas.
La forma, tamaño y distribución de las manchas amarillas varía
según los individuos. La cola es de sección casi circular y el cuerpo de
aspecto robusto, con extremidades cortas y fuertes, las anteriores con
cuatro dedos y las posteriores con cinco. A esta coloración, amarilla y
negra, se le denomina aposemática, pues advierte a sus posibles
depredadores del mal sabor e irritación que le van a producir las
secreciones de sus glándulas si se lo mete en la boca.
10. Sapo Partero Bético (Alytes dickhilleni). Familia
Discoglossidae
El Sapo Partero Bético es un anfibio pequeño, descrito
recientemente como especie propia de las sierras Béticas (del sur
peninsular) a partir de los que hasta ahora habían sido considerados
Sapos Parteros Comunes. Es muy parecido a éste exteriormente, y su
aspecto es también rechoncho, con prácticamente todos los caracteres
identificativos similares al Común, salvo por la ausencia de las manchas
anaranjadas del tamaño de puntitos pequeños. Aunque desde un punto
de vista genético parece estar más próximo al Sapillo Balear (Alytes
muletensis).
Al igual que el Común, los ojos son prominentes, y la pupila
vertical, con el iris plateado o dorado. La piel tiene también aspecto
granuloso, por estar salpicada de pequeñas verrugas. Las patas son
cortas y fuertes, teniendo las posteriores una membrana interdigital
reducida, y las anteriores tres tubérculos, a modo de callos. La coloración
general es gris u olivácea con manchas verdes y negras, pequeñas.
11. Sapillo Moteado común (Pelodytes punctatus).
Familia Pelobatidae
Como su nombre indica, se trata de un sapo pequeño, un sapillo.
El tamaño medio del Sapillo Moteado es inferior a los 4 cm, aunque
puede alcanzar los 4,5 cm. Tiene un aspecto esbelto, con la cabeza
aplanada y el hocico muy apuntado. Los ojos aparecen saltones, con la
pupila vertical. El tímpano, aunque es visible, tiene un tamaño reducido.
La piel es lustrosa y resbaladiza, y se encuentra cubierta dorsalmente de
pequeñas verrugas, algunas mayores que las que aparecen alineadas
longitudinalmente.
Las patas son largas, teniendo las posteriores una reducida
membrana interdigital. El cuarto dedo es muy largo. Presenta un
tubérculo, a modo de callo, en las patas posteriores. La coloración
presenta un fondo grisáceo claro sobre el que destacan manchas verdes
de distintas tonalidades, muy conspicuas. Pueden aparecer ejemplares
pardo-grisáceos bastante oscuros.
12. Sapo Corredor (Bufo calamita). Familia Bufonidae
El Sapo Corredor es más pequeño que el Común, teniendo un
tamaño próximo a los 7 cm. Su aspecto es robusto, con la cabeza
redondeada y el hocico corto. Las patas son cortas, especialmente las
posteriores. Los ojos son prominentes, con la pupila horizontal y el iris
amarillo finamente vermiculado de negro. La piel es verrugosa, sobre
todo en la parte dorsal. Las glándulas parótidas, situadas tras los ojos,
son patentes y se disponen paralelas.
La coloración dorsal del Sapo Corredor es muy variable,
generalmente a base de manchas irregulares verdes sobre fondo claro.
Es frecuente que aparezca una línea vertebral dorsal clara, amarillenta,
que puede estar rota o ausente en algunos ejemplares.